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No saber donde encontrar algunas esencias es uno de los aspectos absurdos del juego. Es lógico que de los árboles caigan frutos o flores, o incluso objetos de fantasía –como cubos de Rubik, sea como sea están a la vista- pero cavar en el suelo se usa como cajón de sastre para todas aquellas esencias que no han sabido dónde colocarlas: de la de beicon, a la de videojuegos pasando por la de bola de billar. 

La cuestión está en ir investigando las localizaciones, pues en cada zona predominarán unas esencias u otras: cuando necesitemos determinado tipo sólo hay que acudir a esa zona y buscar. Por ejemplo, no en todos los lagos hay los mismos tipos de peces. 

En un país multicolor…
MySims sigue con la estética colorista propia de sus versiones para consola. Sus personajes y decorados, como sacados de una casa de muñecas, son muy agradables a la vista, por lo que no se puede negar que estamos ante un juego “mono”. MySims no busca la complejidad gráfica de su hermano mayor –a la espera estamos de poder jugar a Los Sims 3– pues para el tipo de juego que es no le hace falta. Esta falta de complicación técnica se agradece, por ejemplo, en los escasos tiempos de carga entre diferentes localizaciones.

Algún error que se le puede achacar a esta sencillez técnica es, por ejemplo, la diferencia entre el interior y exterior de las casas. Así, aunque creemos una casa de una manera u otra, cuando entremos a su interior este no se corresponderá con el exterior, siendo exactamente igual hagamos lo que hagamos al montar la casa.

El apartado sonoro también está bastante cuidado, especialmente la música. Temas instrumentales muy al estilo de Los Sims y los Sims 2, alegres y desenfadados, nos acompañan durante los modos de creación del personaje, de construcción y en los momentos de carga. Para los ratos que paseamos por la ciudad esta música más neutra cambia a música ambiental según el lugar donde nos encontremos. 

Cuando pasamos al lado de la pizzería del chef Gino sonará una música típicamente italiana, mientras que si nos acercamos a la casa de la joven siniestra Violeta, unos acordes un tanto lúgubres nos acompañarán. Si entramos en cada casa, crecerá la intensidad de la música.

Los MySims siguen hablando en su extraño idioma simlish, y hay muchos tipos de voces, gracias al sistema de creación de la voz del que hablábamos antes.
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